María José escribió: Estuvimos en Huelva este fin de semana. Fue estupendo, de verdad. No veáis qué anfitriones más estupendos tuvimos. ¡Pobriños!, Mari y Jose tuvieron que aguantar nuestras locuras, pero la verdad es que fue genial. Prometemos fotos enseguidita.

Y no veáis que bien suena en andalú "María Jozé". ¡Como que me he enamorado de mi nombre otra vez! :-).

Llegaron a mi casa sobre las 11:00 de la mañana del sábado. Llegaron pronto porque estaban alojados desde la noche antes en un hotel cercano a donde vivimos. Pasamos un rato en mi casa, y les enseñé mi portátil. Estuvimos navegando por internet y viendo fotos, hasta que nos fuimos a comer a Punta Umbría, la playa más cercana a Huelva. Pero antes de dirigirnos hacia allí, mi padre dio un rodeo y paseamos por varias playas para que vieran el mar.

Cuando llegamos a Punta, primero nos dirigimos al piso que mi hermano tiene allí para que lo vieran. Ya de allí, nos fuimos dando un paseo hasta el bar donde comimos. De la comida no digo nada, porque yo no sería imparcial... que opinen ellos que es más lógico. Después de comer y tomar café, fuimos a dar una vuelta por el pueblo para que lo vieran. También nos hicimos fotos.

Luego cambiamos de escenario y nos fuimos a la Rábida. Estuvimos viendo las tres carabelas. Desde luego, creo que, como decía mi madre, Mariajo nunca nos olvidará aunque quiera: porque le hicimos andar tanto que quedó agotadita a la pobre, y eso que todavía no había acabado el día. En fin, ya de noche volvimos a Huelva y nos fuimos a cenar a un bar de la ciudad, y luego tocó el oportuno paseo para que la conocieran un poco. Y ya, por fin, para alegría de los pies de Mariajo, se acabó el día y se fueron al hotel a descansar hasta el domingo.

El domingo más o menos se repitió la historia. Llegaron a las 11:00. Nos fuimos. Vimos el mar. C comimos... y nos tuvimos que volver a Huelva, porque tenían que regresar a Madrid. Llegó el momento de despedirse... lo hicimos con toda la pena del mundo, porque son dos personas excepcionales: Mariajo es algo tímida y Pepe "mu echao pa´lante", pero son encantadores. Merece la pena estar con ellos y hace falta muy poco tiempo para empezar a quererlos un montón. En fin, lo pasamos muy bien.

Tanto Jose y Mari, como sus padres, Manuel y Puri, son unos anfitriones estupendos. Salvo "Huelva la nuit", nos enseñaron todo: Punta Umbría, donde tienen una casa de verano ¡vaya "peazo" casa!. Dimos un paseo precioso y largo, sobre todo largo, viendo los barcos fondeados en la ría. En la Rábida, aparte del monumento a Colón, han hecho un complejo de jardines y un parque temático, donde uno hace de pirata, de Colón, o liga con los/las indígenas allí representados/as [por cierto si alguna vez vais, las mozas, no os perdáis a dos indios desnudos de tamaño natural: ¡Dios mío, que tamaño! ;-)]. Es una zona de marismas con aves, que al atardecer se muestra preciosa. Afortunadamente, ya no hay los mosquitos que hicieron otrora famosa a Huelva.

Jose y Mari, viven en pleno centro de Huelva, en una casa preciosa con azulejos en toda ella. Por cierto, que algún alcalde (en concreto el de Madrid), podía darse un paseo por esta ciudad para ver la peatonalización y adaptación de las calles con criterios lógicos. Mari me enseñó la fantástica moto que tiene, pero se cortó y no me quiso dar un paseo en ella. José nos enseñó los 2 campos de fútbol que tiene su Recreativo ¿...?. No sé: con el equipo tan malo que tienen, ¿para qué querrán dos campos?.

Pero lo mejor de Huelva es su papeo (comida en andaluz): Por fin probamos los famosos chocos, las puntillas (chopitos), el "pescaíto rebozao", las gambas, las chirlas, y, sobre todo las coquinas, una especie de almejas pequeñitas, sólo existentes allí y que son un manjar exquisito. Por cierto, Puri, la madre de Jose y Mari, hace un bizcocho riquísimo. Y como buena andaluza, guisa que es una gloria.

De Jose y Mari, nos os cuento nada, porque ya los conocéis, aunque sea por internet. José es estupendo, aunque con algunas pegas [ser del Recreativo y del Real Madrid :-)]. Mari es un cielo y un regalo para quien la conoce. De informática están ambos a la última. Yo quise robarle el portátil a Mari, pero como no le quitaba el ojo, no pude ;-). Y conocimos también a Inma, la hermana pequeña: es encantadora.

En fin, fue un fin de semana estupendo. Cuando salíamos para Madrid, por la carretera, había un letrero que ponía "Huelva". Marijose y yo nos miramos y coincidimos: "¡Vuelveremos!".

Por la tarde, pasando por el majestuoso "Nuevo Colombino" vieron otra maravilla de la vieja Onuba, La Rábida, las carabelas, el puerto de onde salió Colón, etc, etc, etc. ¡Lo que me reí con Pepe y de Pepe! Ya taban agotaos t'os mayores :-). Ya en Huelva, tapeamos en un bar cerca de mi casa y ya se fueron "con la movida".

Al día siguiente fuimo a Mazagón (si el día anterior vieron algunas playas del oeste de Huelva, ese día vicitamos una del este). Allí s papeo... to'o rico, rico, rico, como ziempre. Zi nos hubieran regalao más días con su visita (que ojalá la replay, to'os tais invitaos) habrían cresío un poco más a lo a lo ancho :-) . Después de eze papeo que quitó más d'un centío, volvimos a casa... pero no por Navidad :-) , sino p'a despedinnos y se fueron como no podía zer de otra fonma con una ensaladilla de gambas que hase mi madre que ta sluppppppp... no es por n'a.

Illo, Pepe, si el Recre es tan malo, ¿por qué tu Atleti, con un presupuesto con el que puees haser 999999 Recres, no ha sio capaz de ganarnos un partio ofisiá? ¡Ah!, en color, es un tío demasiao, aunque le guste picar, pero eso se pasa arrascándose :-) . Es wena gente. ¡Y María Jozé qu'esir d'ella! Es como un sol a medianoshe tiee una dulzura que p'a qué