135- ENCUENTRO, EN TOLEDO, DE PACIENTES DE ATAXIA Y FAMILIARES. Por Pepe Lázaro.

Fiel a su amenaza, por fin Toño ha desembarcado, como Hernán Cortés, pero a la inversa. Y, como el conquistador extremeño hiciera en México, se lleva la flor más bonita a su tierra.

Pararon en el hotel Cuzco, en pleno paseo de la Castellana. Un sitio bonito, si no fuera porque en los aledaños está instalado el estadio de fútbol de un club muy cutre (el Real Madrid).

A encontrarse con Toño, alias "Spede", bajaron desde Bilbao Chus y Ana. Por tanto, fuimos los cuatro a recibirlos. Allí estaba Toño, afeitadito, como dios manda, en el vestíbulo del hotel, con Pepi, con Luis, su hermano, y con África, su cuñada.

Al día siguiente, sábado, fuimos a Toledo. Todo caballero que se precie, y Toño lo es, necesita espada y armadura, y que mejor sitio para encontrarla que la capital imperial de Carlos V. Bien es cierto que el tiempo no acompañó: Hizo un frío de estos que pelan, y la niebla envolvió todo el día la belleza de esta ciudad. Por ello, a la hora de comer, sustituimos las típicas codornices estofadas de Toledo, por un plato de judías con chorizo para que nos calentara un poco el cuerpo. Por cierto, el dueño del mesón había vivido en México, con lo que aquello parecía un bar de la Avenida de Insurrectos (antes de Insurgentes, digo yo que debieron ser insurrectos. Creo que estuve todo el día metiendo la pata con la palabra esa, pero, como son muy educados, no me corrigieron). Por la tarde, fuimos de tiendas, y amén de algún que otro souvenir, nuestros amigos estuvieron templando aceros para llevarse uno de recuerdo. [Por cierto, Toño, como en el avión, de vuelta, os pillen la espada, tal y como actualmente están las cosas en los aviones, vais a tener que dar muchas explicaciones sobre qué hacéis tres mejicanos con una espada en un avión, ja, ja].

Ya anochecido y antes de abandonar la ciudad, fuimos al puente de Alcántara, que cruza el río Tajo y es una de las entradas a la ciudad. Este puente simboliza las tres culturas-religiones, (judía, cristiana y árabe) que allá por el siglo XIII llenaron Toledo de tolerancia y respeto. Lo cruzamos, aunque la niebla nos impidió ver la majestuosidad del entorno. A cambio, nuestros amigos pudieron hacerse una idea de cómo es Bilbao: porque con la bruma, aquello más parecía la ciudad del Nervión que la capital manchega :-).

El domingo por la mañana, Ana y Chus volvieron para Bilbao. Marijose y yo teníamos cita familiar ese día. Y Toño y Pepi y familia se fueron a ver El Escorial y el Valle de los Caídos. Sin embargo, nos volvimos a reunir por la noche para cenar.

Tras una cena ligera, nos envolvimos todos en una charla preciosa sobre música. Luis, según parece, es un músico consumado. Comentamos las canciones de Silvio Rodríguez... la poesía de la Trova. Y Toño, cual trovero enamorado, se puso a recitar unos poemas preciosos. Si alguna vez os encontráis con Toño, que os recite algún poema: es la persona que conozco que mejor saber expresar el contenido de unos versos.

África y Luis son unas personas estupendas [ˇvaya cuñados que te echas, Pepi!]. A Pepi, ya la conocéis, es un encanto: Las autoridades españolas debieran intervenir en el asunto de llevarse del país una joya mediterránea.

En cuanto a Toño, Toño es un huracán. De cariño, de simpatía, de amor... Seguramente, lo que mejor pueda decir de él es no decir nada, sino repetir aquí unos versos de Jaime Sabines que recitó a Marijose [gracias Toño por darme a conocer a Sabines, últimamente, lo leo a menudo]:

"Soy una cicatriz que ya no existe,
un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste.
Pero estás en mis manos y me tienes,
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,
para secar tus lágrimas que lloro.
żEn qué lugar, en dónde, a que deshoras
me dirás que te amo?. Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba...".

Curiosamente, en el hotel paraban los componentes del rally París-Dakar. Yo pensé para mí mismo que mientras unos iniciaban una aventura por el desierto, otros, Pepi y Toño, se estaban sumergiendo en otra aventura: la del amor.

Ha caído ya la medianoche en Madrid. Las despedidas van apareciendo e imponiendo su tristeza alegre. Ahora, ya hay que ir planificando un viaje a México. Marijose y yo nos vamos del hotel. Esta noche, he vaciado una mano porque necesitaba las dos para coger una amistad y guardarla..

"Archivo...Guardar como...Toño y Pepi". Mensaje del ordenador: "Carpeta abierta. Libre de virus. Archivada en favoritos. Se aconseja actualizar la carpeta de vez en cuando".

Saludos, Marijose y Pepe.