02- El dolor y el sufrimiento . Humanización de la atención sanitaria. Ética del cuidar. Por el Dr. Marcelino Jesús Delgado Hernández (Paciente de ataxia, de Cuba, y Médico Cirujano-General Especialista en la Atención del Paciente quirúrgico grave).

Prólogo:

"Acepto lo de filósofo como persona que ha realizado unos cursos universitarios sobre cierta materia. Sin embargo, si todo saber tiene una enorme positividad, a la filosofía, de cara a ganarse las alubias, no lo veo la aplicación práctica de doctorarse en medicina, o en leyes, por ejemplos. Cierto que, en mi ignorancia, ni siquiera sé lo que es tal ciencia. Imagino, o intuyo, que consiste en desmenuzar e incrementar las ideas de otros filósofos del pasado, que, en su base, los nuevos filósofos citan como papagayos. ¿Seré yo también filósofo? Y es que a mí me gusta aplicarme el pensamiento del filósofo griego Sócrates: "Sólo sé que no sé nada". Ignoro si él lo decía como humildad, o como realidad. Yo lo digo por ambas cosas. No sé nada. Es la pura verdad.

En referencia a los filósofos, más difícil me es asumir otras palabrejas de moda, totalmente ridículas... como pensadores, o intelectuales. ¡Pues vaya Invento!. El intelecto y el pensamiento son facultades inherentes a todo ser humano... y quien más, quien menos, todos nos hemos "roto los cuernos" contra las preguntas existenciales y contra eso denominado misterios. Desde luego, yo no he descifrado absolutamente nada. ¿Y los filósofos? Digo yo que tampoco. Sus pensamientos pueden parecer una fuente de pistas. Pero se desvanece cuando no comulgas con la ideología del firmante.

A lo dicho: "Solo se que no sé nada". Ni juzgar la filosofía siquiera. Aunque milito, precisamente, en el campo del dolor, y, por supuesto, no me gusta... desde hace años he decidido viajar por la vida sin hacerme preguntas. Esconder la cabeza bajo el ala, a primera vista, no es muy elegante, pero, por lo menos, no te rompes la cornamenta ante los irresolubles misterios.

Aquí habla del sentido de dolor Marcelino Delgado. Estemos de acuerdo, o discordemos con sus pensamientos, merece la pena que leamos su texto. Marcelino no es filósofo, ni se jacta de serlo. Habla del dolor y el sufrimiento, de la humanización de la atención sanitaria, y de la ética del cuidar, de primera mano, desde la experiencia por doble partida. Marcelino no sólo es médico, sino también paciente de ataxia, de la isla de Cuba". (Miguel-A. Cibrián)

El dolor y el sufrimiento . Humanización de la atención sanitaria. Ética del cuidar.

Trabajo de terminación de curso de Bioética a distancia del Centro Juan Pablo II.
Por: Dr. Marcelino Jesús Delgado Hernández*. (*Médico Cirujano-General Especialista en la Atención del Pcte quirúrgico grave).

Dedicatoria:

A mis seres queridos mami, mama y papi.
A mis hermanas Nancy e Ibis por su apoyo.
A mis siempre amigos Sarita, Pedro, y Ana.

Introducción.

Se me sugiere finalizando el curso, haga mi tesina sobre los fundamentos éticos del Sufrimiento y del Dolor. Estoy fracturado, he pasado muchos inconvenientes ajenos a mi voluntad. Y por que han existido algunas negligencias, que vistas sin intención tienden a olvidarse , justo es, que tratemos este tema con ningún sofisma por el que deje llevar un estado de ánimo . El tener conciencia para razonar y poder ver mi capacidad reducida a cero, creo me da derecho a opinar. Llegando a verme como un ser totalmente dependiente incluso de mis necesidades más perentorias he tenido un tiempito para leer y un mucho para pensar. Viví como facultativo fuera del mundo del dolor, ésto, me ayudó; ahora me ha tocado vivir dentro del mundo del dolor y creo de veras que ésto, sin una falsa justificación, me ha ayudado . Pues bien, si anteriormente sólo mi interés se basaba en los fundamentos teóricos, ya era hora de pasar a una praxis que me demostrara lo útil del nuevo camino emprendido. El ser humano sufriente piensa, modela una idea, la elabora y toma conciencia de ella... (claro esto no ocurre "por generación espontánea"), y, claro, puede ser una idea positiva y las mas de las veces, negativa, para quien la piensa. A veces no coexisten buena formación, información , la esperanza. Entra en juego por vez primera el sufrir o el dolor que todos hemos de tener en la tierra, como seres humanos que somos; y no podemos encontrar alivio, no encontramos cómo interpretar lo que nos ocurre. Luego nuestro umbral (al dolor) está bajo en ese momento, también nuestra estima y escuchamos poco; pero siempre resulta útil encontramos alguien a nuestro paso, saber que existe algo más allá de ese dolor o sufrimiento que va a cesar, entonces nos llega algo más fuerte que el dolor que tenemos en ese momento, y nos ayuda. Claro, para comprender bien el verdadero significado del dolor y sufrimiento no hay que padecerlo; pero a la larga o la corta todos pasamos por él, porque es inherente al ser humano; con intensidad variable. Por otra parte resulta bastante difícil, no imposible, que ante tanta intensidad de acción del dolor o sufrimiento, no recordemos de algo que se nos ha dicho, y se tiende a olvidar, la esperanza.

Sería bien falso, si les contará que nunca me hice la pregunta de ¿para qué esto ahora?. No me pregunté ¿Por qué yo? porque ya esa pregunta me la había realizado cuando quedé por primera vez en la silla de ruedas, hace varios años; y desde donde intenté laborar con mis capacidades remanentes, es decir superé la primera etapa de los ¿Porqué ? No me fue fácil, y siempre se busca a alguién a quien culpar; y yo no fuí la excepción , pero esa etapa pasó (esto nos pasa a todos cuando por primera vez nos ocurre un incidente el cual es capaz de hacernos sufrir y no sabemos donde encontrar su verdadero significado. Aunque mi dolor físico existiera pensaba distinto. ¿Atribuir a un castigo divino? Claro que no. Traté yo, hombre, ir hacia una ventana con el piso mojado de lluvia.; resbalé, caí , y fueron mías las consecuencias. Después vinieron una cadena de negligencias que tienden al olvidarse porque ya son perdonadas, "Que si no lo atiendo porque no es de la zona", "que si no hay camillas", "que si eres creyente reza, porque hay un sólo negativo(placa) sin chasis, y si no sale aquí no puedo hacer nueva placa", "que si la movilización en ambulacia no fue la idónea" (porque me produjo más dolor) en fin "peripecias nada agradables", sumándose mas sufrimiento humano al dolor de fracturas de huesos. Me hizo sufrir bastante es cierto, pero al menos era un dolor que podía verse. El verdadero dolor vino después, cuando mis capacidades se redujeron a cero; inmovilizado en cama y mirando al cielo raso y por parte de mi ventana el otro cielo, pasé de ser un usuario de silla de ruedas a un encamado inmovilizado por tres meses. Pensaba más que nunca ¿para que serviría ésto? Pronto se dio en mí la respuesta, cursaba el plan de bioética a distancia, en cama obtuve la oportunidad que esperaba…

Desarrollo

Recuerdo haber leído unas palabras del Filósofo griego Epicuro, bastante material, claro está; donde decía no nos hemos convencido que "Dios es omnipresente y omnipotente". Ante el dolor y el sufrimiento "o Dios quiere el mal y no puede, o puede y no quiere." Si quiere pero no puede es impotente, si puede y no lo hace es un malvado. Pero en sentido general "Si Dios quiere y puede abolir el mal en el mundo ¿Por qué no lo hace?." Si pensamos así, estamos dando a Dios atributos humanos que no le corresponden.(1) El ateo responde fácilmente , -dejemos a Dios de lado, Dios no existe, porque El evitaría los dolores, las guerras, todo tipo de violencia y hasta la muerte. Otros católicos de falsa piedad y buenas intenciones, consideran "que todo son pruebas que debemos pasar". Aunque queramos pasar por alto, hay algo que se hace lumínico, sensatamente no discutible y es la existencia del MAL. "O quiere Dios abolir el mal y no puede o puede y no quiere." Decíamos que le damos atributos que no le corresponden y es que pensamos en un Dios ser humano, vengador, hacedor de maldad y violencia, de guerras, presidio y hasta de muerte. ¿No será que como humanos somos nosotros los verdaderos responsables, al anteponer nuestros intereses personales e individuales como el dinero, la política , nuestro egoísmo por encima de los colectivos? ¿ No será que hacemos lo indebido?.

Durante toda la historia del hombre, éste ha tratado de explicarse, el origen del dolor y del sufrimiento; ya sea desde el punto de vista epistemológico, antropológico, ontológico o religioso. A cada pregunta ha tratado de dar una específica respuesta previo al desarrollo de la neurofisiología, anatomía y bioquímica. Es a finales de del siglo XIX que empieza a tomar verdadera forma su origen, ya que se había atribuído como castigo de los dioses. Se mistificó el sufrimiento y el dolor, seguro por desconocimiento, hasta verlo como medio de purificación o punición. Otros pensadores le atribuían orígenes al cuerpo, que debía regularse fundamentalmenmte por la mente. Pese a estos planteamientos la médicina postgalénica no cejó en los intentos de decifrar los mecanismos del dolor y la forma de mitigarlo.

Esta raíz histórica explica, que muchos hombres adoptaran actitudes erróneamente estoicas ante el dolor, cosa ésta que se puede ver en nuestros días. Mucho más allá del dolor que nos infringímos físicamente o que aparece por cambios genéticos o por causas que aún llamamos idiópaticas, se ha enseñado desde el punto de vista médico a buscarle una causa orgánica( no siempre así), pues existe otro dolor y sufrimiento que no podemos mitigar con los medicamentos o medios más sofisticados. Ese que no responde a un cuadro agudo quirúrgico o al de una fractura. Este resulta entonces para todos un enigma, ya que no puede establecerse un modelo fisipatológico donde se sustente su aparición y sus manifestaciones. Aunque sepamos que sus consecuencias son verdaderamente desvastadoras, poco podemos hacer ante él, "El dolor y el sufrimiento son entonces un misterio que da una respuesta concreta,"(2)(3) son el resultado del filtro de raíces culturales, etnicas, ambientales así como de sus propias creencias o experiencias previa. El dolor ha afectado al hombre en su emocionalidad, en su estado de ánimo en la forma de enfrentarlo, llevándole a la depresión y a conductas dolorosas, pudiéndose transformar este dolor en enfermedades sin lesiones corporales que la expliquen y que puedan corregirse. La persistencia del dolor, genera entonces graves consecuencias a quien lo padece y a su entorno familiar, laboral y social. A todo lo anterior puede llegarse si en la forma de tratarle no existe una buena dosis de humanismo que permita al paciente depositar su confianza en nosotros que nos obliga a honrarla, escucharle y tratar de darle solución. En realidad, cuantos pacientes han alargado nuestra lista de consulta sin que hayamos podido hacerles un diagnóstico "a derechas" en nuestra especialdad, sino que han mostrado (sin pedirlo) su necesidad de que se les escuche. Y ¡Cuántos colegas se han hecho de "oídos sordos" y les han puesto en la puerta sin escucharles siquiera!.

Si caminamos nada más hacia la cruz, y la vemos sólo como el dolor que produce, si la vemos como un castigo, si no buscamos el amor que ella representa y la esperanza que está un poco más allá, en la resucitación; no podemos ir hacia la vida, o hacia la esperanza que nos libere realmente de todo dolor y sufrimiento . Hemos llegado a la conclusión después de nuestra humilde lectura y nuestro actual paso por la vida, como espectador y como ser viviente (4) " Que Cristo no nos promete ilusoriamente el bienestar total de este mundo".

Lewis, plantea, que si bien la experiencia dolorosa no es buena para quien la sufre, despierta en los espectadores (médicos incluídos) la compasión e induce a actos de misericordia.(2) Suscita "el sufrimiento humano compasión y respeto" (5). Sin embargo existe, al mismo tiempo, un consenso internacional de que el dolor es subtratado (6) a pesar del desarrollo existente en el campo de la medicina, siendo nuestro motivo de existir como médicos primero no hacer daño y siempre que sea posible, y sin llevar a la inconciencia al portador, "aliviar el dolor." (7) No se puede soslayar la realidad de que el dolor poco tratado conlleva a un riesgo para la salud físico-mental, constituyendo además un potencial de cronificación, así como una manifiesta disminución en la calidad de vida de los individuos afectados. Algunas instituciones han incorporado el alivio del dolor, hasta en sus códigos de ética. Por ejemplo en California se exige la actualización en la terapéutica en el alivio del dolor a los profesionales de la medicina , como paso obligatorio para obtener la licencia de ejercer como facultativos. En varias clínicas de Europa, se les hace partícipe al paciente de tener un tratamiento adecuado del dolor en su evolución, así como participar en las decisiones sobre el control de éste. (8)

Medir la intensidad de un proceso complejo como el dolor, no es posible; ni con el instrumento más sofisticado, existe por tanto un nuevo reto que nos plantea una nueva concepción entre el binomio salud-enfermedad desde la perspectiva de la Antropología médica. Muchas personas refieren ser portadoras del dolor, sin haber un daño tisular o alguna reacción fisiopatólogica; por tanto su explicación no puede buscarse en la ciencias médicas puras sino en otra esfera.. Max Sheller plantea el dolor como un sentimiento sensorial o hasta vital, "nos aproxima más al sufrimiento y a sus amplias resonancias humanas"(8). Vemos entonces al sufrimiento y al dolor más humanizado.

Con la estratificación que hace Max Sheller (8) pueden ser clasificados los dolores en sensoriales, como en el dolor somático, localizable y preciso; vitales como es el dolor de la melancolía, psíquico como el sentimiento que acompaña el miedo, y espiritual cuya mejor representación la encontramos en la culpa.

La palabra dolor está cargada de una rica polisemia que desborda lo estrictamente sensorial. El dolor es mal, daño: dicen los franceses; es pena, dolor, tormento o sufrimiento dicen los ingleses ( pain; es enfermedad o sufrimiento), pena de origen griego (poiné), que significa castigo o multa y así una serie de sinónimos en otras lenguas, en todas virtudes reveladoras de la condición humana, de ahí las palabras dolor, sufrimiento, angustia. Muchas formas de decirla, un sólo significado en el hombre.

Un tópico aparte serían los años a los que arribamos y que en muchos países tienden a acrecentarse..

No consideramos la senilidad, sino como un estado evolutivo del hombre casi siempre involutivo. Pero sí hacemos un aparte cuando existe degeneración de un órgano o sistema., que hace que aparezcan discapacidades, de no aparecer se habla de senectud. De no existir condiciones mas felices de un presente, estamos seguros que encontraran mas dolor y sufrimiento en un futuro, más dolor, sufrimientos y dependencia. "Dos tercios de estos ancianos, viven en países pobres , o en vías de desarrollo donde las condiciones distan mucho para una vejez feliz" (9) También, dado el aumento del promedio de vida en nuestro país , sólo el Uruguay muestra una población más envejecida en nuestra región; siendo disminuída en nosotros la tasa de natalidad de 2,5 a 0,9 por ciento entre 1953-2006 (10), esto hace, sin duda, que aparezcan mayor número de personas con desgaste natural y se incrementaran el número de personas que requieren cuidados especiales por dificultades en la marcha, la audición o la visión. También acá podemos ver manifestaciones de sufrimiento y dolor si tomamos en cuenta, la soledad en que muchas veces los encontramos; siendo no marginados por la sociedad, pero sí por la microsociedad que constituyen su familia.

Humanismo al Cuidar

Antes de comenzar a desarrollar este tema, y quedar atrapados por las bibliografias o las palabras en sí, hemos de decir con seguridad y firmeza que el humanismo debe ser una propiedad que nos represente a médicos, enfermeros o cualquier agente de salud. Luchamos y vivimos por seres humanos, desde un laboratorio, un quirofáno, o una simple cama de hospital o domicilio. Seremos más humanos con los demás cuanto más seamos humanos con nosotros mismos . Es mucho mas acertado en ocasiones no hacer un diagnóstico, a hacer uno errado; o simplemente indicar una batería de estudios a un paciente(que no la necesita en su diagnóstico) y que nos está llevando a un ensañamiento terapéutico, para lograr una pista de algo que no nos hemos detenido ni a pensar., y que nos aisla de un verdadero sentido de humanismo. Sabemos que hemos hablado de todo el desarollo que existen en las ciencias y fundamentalmente en las ciencias médicas, en nuestro Siglo XXI. Pero también hemos visto la indicación de una gasometría a una persona con fatiga e hipertensión por no haber cumplido el tratamiento habitual antihipertensivo y haberse sometido a una fuerte tensión física sin desayunar una mañana. Yo realmente no sé lo que esperaba ver el facultativo, si se negaba por "su cúmulo de trabajo" a escuchar a la paciente. ¡ Cuánto trabajo laboratorial se hubiera ahorrado! ¡ Cuánto dolor en su arteria, tan difícil de encontrar se hubiera ahorrado la paciente! ¡ Y el resultado claro, fue normal! Por otro lado no ponemos en duda los grandes logros que ante la prevención del dolor y del sufrimiento realizan encomiablemente los médicos de familia, pero hay que tener cuidado porque los planes con ellos pueden resultar ambiciosos y sin querer, cometen iatrogenias que "dan al traste" con el respeto, cariño y devoción del necesitado doliente; por otra parte debe velarse siempre "porque el médico familiar no trate las molestias del doliente solamente, sino que cuide a las personas". El humanismo tenemos que verlo como un privilegio que nos ofrece la profesión médica, y que por tanto ha de hacerse un muy buen uso de él, permanentemente. Hay que tener, para después ofrecer; siempre el mayor cúmulo de conocimientos y los mejores consejos en la práctica; que permita brindar un mejor andar al personal a nuestro lado de enseñanza, para que luego, éste se traduzca en una mejor atención al paciente el cual se ha de ver fundamentalmente como persona.

Hay que estar suficientemente preparado para saber impartir hasta el último conocimiento al personal médico y paramédico que esté a nuestro lado; con vistas a brindar siempre un mejor servicio técnico con una alta dosis de humanismo. Es cierto, que en nuestro decursar por el mundo del dolor, hemos visto a muchos compañeros nuestros, médicos, que ante una falta del más simple humanismo, nos han mostrado su incompetencia ( sumamos a ellos otros "ruídos" como la desdichada envidia, el desamor, el egoísmo, sus problemas personales, su desconocimiento etc. No se trata de cultivar un dilettantismo o dar soluciones filosóficas a las enfermedades, sino mostrar una vez más que el humanismo resulta una herramienta mas contra el dolor y el sufrimiento y hay que saberla usar, sin dosificarla; la humanidad al cuidar y/o tratar, es una actitud que debe ser "sine quanon"; innata a la profesión médica. Debe ponerse en práctica, no reclamar su monopolio, sino saber sentirla a nuestro lado, "su uso al estudiantado y personal profesional del futuro" .(11) Tal y como nos exigimos nosotros de actualización científica así debe tenerse un alto crecimiento en la dimensión humanística. Debe cosecharse desde las ciencias básicas un verdadero pañol médico-humanístico. "Los tiempos mudan, el progreso técnico evoluciona, pero el espíritu permanece". (11)

La relación médico-paciente, debe cosecharse y sin dudas es la piedra angular de una idónea atención El llene de ficheros, papeles intracendente, reuniones no programadas; atentan contra una buena relación médico-paciente: no debe llenarse un tiempo que se puede obligar en una atención más directa al paciente, que se traduzca en una verdadera solidaridad . Claro, no puede esta relación llevar hacia una co-dependencia aunque esto se ve más frecuentemente en el que asiste permanentemente al enfermo: familiar o no. Tampoco puede esta relación verse afectada por el cúmulo de medios diagnósticos a su alcance. El profesor Selman Houssein acaba de referirse en su comparecencia del 8 de Nov de este año 2008 en el programa televisivo "Con signo de amor", a la lucha que por mantener esta relación médico-paciente debe existir en todos los niveles de atención, y que "tiende a perderse". Sobre ella puso un ejemplo, " saber vivir es un arte… "los adiestrados correctamente construyeron el Arca de Noé, los falsamente adiestrados hundieron el Titanic"(l2) (ésta bibliografía retropectivamente puede obtenerse en signo_de_amor@ cenapet. sld. cu) nosotros vimos el programa. El adiestramiento referido por el profesor Selman, era a esta relación, a la cual por demás, debemos brindar vital importancia. Nuestro trabajo ante el dolor y el sufrimiento sí puede humanizarse. Debemos considerar a esta RMP como piedra angular. Paradigma se nos sobran, tiempo si sabemos aprovecharlo también, aunque sin dudas hay pacientes que requieren más tiempo en su cuidado, y aunque sea atendido directamente por un familiar o amigo, debe estar bajo nuestra estricta vigilancia; hacer las consultas que sean necesarias a otras especialidades, brindar una atención más completa, interdisciplnaria; por ello no "vamos a agotar un cartucho" ni mucho menos vamos a molestar; combatir con cualquier arma el dolor y el sufrimiento es nuestra razón de ser, debemos dedicar mucho más tiempo a escuchar al ser humano.

Para finalizar esta parte del trabajo, porque no creo que todo se pueda abordar emborronando unas cuartillas, desearía no pasar por alto las personas discapacitadas. Todos podemos limitarnos alguna vez, somática o sensorialmente. El dolor ya vimos, tiene su clasificación; pero pende sobre nuestras cabezas como la espada de Damocles. El ser personas con ciertas discapacidades no los excluye de ser personas. Con deberes y derechos. ¿Qué deberes podríamos preguntarnos? El deber fundamental de desarrollar las capacidades remanentes, el deber de sentirnos más útiles (sin que penda la falsa piedad o el pietismo sobre nosotros) ésto redundará en una mayor autoestima. La persona discapacitada, y no voy a entrar en disquisiciones de con cual discapacidad, se sentirá útil al tomarse en cuenta nuestras decisiones sean éstas individuales o colectivas. No basta repetir como "papagayos" que el ser humano es uno, desde que se concibe; hagámos algo más que estudiar su plano genético( no restamos importancia a ello), llevémosle hasta integrarlo en nuestra sociedad.

La persona discapacitada sufre y se duele físicamente, pero también se suma a éste dolor la exclusión, las barreras mentales de quién nos ve en una cola y se interroga ¿Con qué derecho se pasa adelante? ¿Es que somos personas cuando se sube a un podium o púlpito y se hablan de "derechos humanos" o de "derechos de la persona con Discapacidad"?, es que ¿Somos personas sólo si se habla de personas portadoras de VIH-ETS, porque por una inadecuada información puede aumentar un índice, aunque muchos nos tildan de asexuados , por tener tal o mas cual discapacidad?(13)(14) Es que ¿Somos personas discapacitadas cuando de once millones de habitantes reprensentan treinta y cuatro personas con discapacidad y traen catorce medallas a nuestro país, y el ejemplo de haber enfrentado múltiples dificultades en esa empresa, para luego verse imposibilitado a entrar a un templo o a un lugar de ocio por las barreras arquitéctonicas existentes.? La disposición y la buena voluntad existe, pero eso es insuficiente en la práctica. Eso es fuente de dolor y sufrimiento, es fuente de ansiedad cuando limitamos también a la persona discapacitada por tal o más cual credo, cuando vemos que no podemos entrar en nuevas construcciones porque en la práctica se incumplen las normas de arquitectura. Se recuerdan todos los días feriados, todos los días de Congreso, Simposios, todos los días de precepto y apenas se recuerda que desde hace muchos años se celebra en el mundo el Día Internacional de la Persona Discapacitada.

Quisiera me dejaran terminar este trabajo con dos frases que creo resumirían cual debe ser nuestra actitud inmediata ante la existencia desde nuestro perfil hacia el Dolor y el Sufrimiento humano una de nuestro Santo Padre ya fallecido Juan Pablo II, con motivo de su visita a nuestro país en Enero de 1998 y otra de nuestro Apóstol José Martí Pérez ambos adalides de nuestra actitud. "…la indiferencia ante el sufrimiento humano, la pasividad ante las causas que provocan las penas de este mundo, los remedios coyunturales que no conducen a sanar en profundidad las heridas de las personas y de los pueblos. Son faltas graves de omisión, ante las cuales todo hombre de buena voluntad debe convertirse y escuchar el grito de los que sufren"l5) "Yo os pido latidos de dolor para los que lloran, latidos de compasión para los que sufren por lo que quizás habeís sufrido vosotros ayer, por lo que quizás, si no sois aún los escogidos del Evangelio, habréis de sufrir mañana". (16)

Conclusiones

. El dolor y el sufrimiento son partes del mal . Sólo si lo identificamos como tal podremos eliminarlo.

. Puede buscarse su génesis, pero recordemos que dolor y sufrimiento nos lleva inicialmente a una pregunta. Poco satisfactoria, y entra dentro de los ¿ Por qué?. Se impone una pregunta que nos ayuda tácitamente si sabemos hacernósla ¿Para qué? Esto "nos saca del bache".

. Si bien es cierto que el dolor y el sufrimiento han existido siempre, desde la génesis del hombre; también es cierto que podemos atenuarlo, si sabemos explicarlo.

. Hay un potencial poco explotado por conocimientos errados, por no tomarlos en cuenta... y es la presencia de personas con discapacidad, que quieren poner a disposición de la nueva evangelización no sólo sus capacidades remanentes sino sus testimonios de vida: ¡Escuchémosles!.

Bibliografía:

(l) Luis F, Frontela OCD. El Problema del Mal. Rvta Teresa de Jesús.. No. 12 Mar/Abril 2003.
(2) Lewis, C..S. El problema del Dolor. Edi. Universitaria. Santiago de Chile 2006.
(3) Gómez Sancho, M. Rev. Soc. Esp. Vol 5, No 2 Mar/Abr 1968.
(4) Barragán Lozano, Javier Mons. Fundamentos Teólogicos y Filosóficos de la Bioética. Form. A Distancia de Agentes de Salud.. P:9, 2003,
(5) Pablo, Juan II. Sentido Cristiano del dolor y sufrimiento. Carta Apostólica Salvifici Doloris. Edit Promoción Popular Cristiana. No 4. Madrid 1994
(6) Apfellbaum, J. Experience in postoperative pain, result in international survey sugest post-operative pain continues to be undermaged. Anhest Analg 97: 537-540, 2003.
(7) Paz Santacruz, Efren. Etica y Bioética como concepto Emergente. Suplemento. Centro de Referencia de Bioética Juan Pablo II. 2003.
(8) Sheller Domínguez, Max . Rev. Latinoameric. Psicopat. Fundat VII, 370- 381. 2004.
(9) Alexandrini González, Roidel y col. TerceraEdad: CONSIDERACIONES ETICAS. Bioética Sept/Dic 2007.
(10) Mesa Lago, Camelo. Una carga creciente. Rvta Espacio Laical Año 4: Vol 3, pag 58-61. 2008.
(11) González Blasco, Pedro. Arch. Médicina Social. Vol 6: No 2. May/Agost 2006.
(12) Selman Houssein, Abdo. Programa Educacional Con Signo de amor . Nov 2008-12-20.
(13) Ipeleg Bogopane, Hendrietta. Informe para Reunión de Expertos en la ONU. hbogopane@parliament..gov. za 2007.
(14) Groce, Nora Ph. D.. División de Salud Global. Escuela Pública en Yale. Connecticut. Puede encontrarse el documento en http://cira.med.yale.edu/globalsurvey
(l5) Juan Pablo II. Valor Divino del Dolor. El Papa habla a los cubanos; Santuario del Rincón I edic l998.
(l6) Pérez Martí, José. Presidio Político en Cuba, 1871. Edit Ciencias Sociales 1977
(17) Maravall Gómez-Allende, Héctor. Rvta Minúsval, No. 120 Sept/Oct 1997