UN FORO INTERNACIONAL SOBRE BIOÉTICA. Por Daniela Iser. (Boletín de Euro-Ataxia). Traducción de Miguel-A. Cibrián.
A primeros de junio del 2002, la Federal Foreign Office de Alemania y el Ministry of Foreign Affairs de Francia, junto con el National Ethics Council de la República Federal de Alemania y el National Consultative Ethics Committee for Health and Life Sciences de la República Francesa, organizaron en Berlín, Alemania, un foro con el lema: "¿Hacia una bioética global? & Un diálogo de política intercultural".
El texto introductorio, con intenciones y metas, y la última declaración, incluyen cuestiones esenciales y resultados del presente debate internacional sobre cómo debe manejarse el progreso médico en sus múltiples aspectos. Desde la visión crítica de diferentes aspectos de fondo social se pone de manifiesto la necesidad de encontrar un acuerdo general global para estas dificultades. Por ejemplo: la Iglesia Católica afirma que la vida humana empieza con la fusión celular del óvulo con el espermatozoide, sin embargo, en la opinión Hindú, un embrión no es un ser humano. Por consiguiente, la India no tiene reparos para investigar con embriones de menos de 13 días. O: lo rabinos en Israel no tienen en cuenta la clonación reproductiva, para ellos es como intentar mejorar la creación de Dios (1). Se suponía que el foro no sólo proveía una oportunidad para debatir a políticos y científicos prominentes, sino también a líderes de la sociedad civil y representantes del sector privado de África, Asia, América y Europa para encontrarse, discutir tales complejos problemas, y ver si podía llegarse a un consenso asumiendo las opiniones colectivas.
El contenido descriptivo de los impresos de invitación y el programa dice así:
"Desde la producción del primer proyecto activo de la secuencia del genoma humano, la tecnología genética así como, en particular, las células troncales y la investigación embrionaria han estado en el centro del debate público. El continuado debate sobre este punto no sólo resalta el extraordinario potencial científico y médico de estos avances, sino también sus importantes implicaciones éticas, legales, sociales y comerciales. Los nuevos desarrollos e investigación en el campo de la tecnología genética elevan los problemas centrales de nuestra comprensión de la vida y existencia humana.
¿Cómo podemos mantenernos al ritmo de los desarrollos? ¿Cuál debe ser nuestra respuesta a los nuevos problemas éticos, a los potenciales avances médicos, y a las oportunidades comerciales y retos políticos?. Claramente, el progreso científico también significa poner nuevos problemas en la agenda internacional. Varias organizaciones internacionales ya han empezado a plantearse algunas cuestiones surgidas de la revolución de la tecnología genética (protección de patentes, aplicaciones biomédicas, bioética, prohibición de clonaciones). Hasta donde este debate internacional sobre tales problemas les concierte, hasta ahora, ha habido un esfuerzo relativamente pequeño por involucrar a los países en vías de desarrollo. Además de emerger de las economías, evidentemente están ansiosos por contribuir a estos adelantos. En este área, ¿cuáles son las expectativas de la investigación genética y cuál es el papel de valores filosóficos, culturales y religiosos? (2)".
El texto de la declaración esboza el hecho que algunas cuestiones en el campo de la bioética no deben ser respondidas dentro de los límites de una región o un país, no, incluso, en una parte mayor del globo. Tales partes, por otro lado, se necesita que se involucren en intensos diálogos que, aunque resulten difíciles, son indispensables. Sería conveniente un consenso mundial. Hay un reconocimiento creciente en el aspecto de que los problemas bioéticos, relacionados con los biopolíticos, necesitan ser reflejados en un contexto internacional teniendo en cuenta los valores filosóficos, culturales y religiosos de sociedades diferentes. Los participantes fueron invitados a discutir sobre si puede llegarse a un consenso mínimo global bioético aceptable para todos.
Después de dos días de intensos y libres debates encontraron la salida de consenso en las áreas siguientes:
"• Necesidad de prohibir la clonación de seres humanos, por cualquier medio, con fines reproductivos.
• Justicia Social: acceso justo al progreso científico y sistemas accesibles de cuidado de salud.
• Cooperación internacional: es esencial la unión en investigación y biotecnología, células troncales, y genómica, así como en los aspectos de fondo ético,
legal y cultural. La cooperación internacional debe respetar la diversidad de culturas. No debe llevar a la explotación.
• Reconocimiento del potencial de la investigación en células troncales, así como su controversia debido a reparos éticos.
• Prohibición de comercialización del cuerpo humano, especialmente, prohibición en el comercio internacional de embriones.
• Debe prestarse atención para evitar la explotación de las mujeres.
• Necesidad de llevar más allá la cuestión de intervenciones de línea germinal.
• Los aspectos comerciales de la biotecnología no deben suponer la primacía inalienable del respeto a la dignidad y derechos humanos (2)".
Referencias:
(1) Güntner, Joachim. Kulturelle Differenzen - Ein internationales Forum zur Bioethik. Neue Zürcher Zeitung, 7. June 2002.
(2) Impreso con permiso de la Federal Foreign Office de Alemania.